Club Internacional Aguerridos
José Leandro Cordova | 84' | Mexique | 2019
Nico, un jeune riche qui s’ennuie de sa vie paisible, décide de réaliser un documentaire sur les punks. C’est ainsi qu’il rencontre Omar, leader du Club International Aguerridos, avec lequel il entre dans un monde de musique, de marijuana, de délinquance et d’amour libre.
José Leandro Cordova
Jose Leandro Cordova est un producteur et réalisateur de films.
‘Club Internacional Aguerridos’, una película sobre racismo y punk
Por Héctor González
Sin más curiosidad que la académica, Nicolás decide conocer algo del movimiento punk. Apenas entrar el barrio y a la dinámica de una banda, el joven descubre su verdadera identidad. Contada a manera de falso documental, la película cuestiona sin filtros los prejuicios y el clasismo de la sociedad mexicana.
Bajo la dirección de Leandro Córdova, Club Internacional Aguerridos se transmitirá el próximo 10 de julio dentro del Festival de Cine Independiente de la Ciudad de México que se realizará del 9 al 13 de julio.
¿Las plataformas se están convirtiendo el canal de salida para películas marginales e independientes como Club Internacional Aguerridos?
Creo que son una buena herramienta. Siempre preferiremos las salas y compartir la experiencia con el público. Sin embargo, las plataformas ayudan a que películas de nicho encuentren a su audiencia de manera más inmediata.
Hay precisamente algo de nicho en este falso documental.
Sí. La película surgió a partir de que tres amigos nos propusimos hablar del clasismo y el racismo desde el punk, la violencia, el amor y la ternura. A pesar de que no tuvimos dinero ni apoyos los productores creyeron en nosotros y aquí estamos.
A pesar del impacto del punk como movimiento urbano su presencia en el cine mexicano es limitada, ¿no?
Sí, siempre ha sido una banda muy marginada. En algunos casos se han aprovechado de su estética, pero usan actores que no tienen nada que ver con movimiento y se dedican a estilizarlos. Sarah Minter y Gregorio Rocha intentaron retratarlo en Sábado de mierda, pero de ahí en fuera no hay mucho más. Acaso hay acercamientos, pero a manera de reportajes.
¿La idea de hacer un falso documental parte de una mirada irónica a las aproximaciones académicas?
La idea del falso documental nos resolvió un tema monetario y nos ayudó a darle más fuerza al personaje. Reforzó la idea un investigador que al trabajar sobre esta tribu se termina identificando con ellos e incluso sintiéndose más. Además, hacerlo de esta forma nos permitió licencias para cubrirnos de una ambientación noventera que habría implicado más presupuesto.
En la música se usa bastante el falso documental, ¿por qué?
No lo sé. Yo amo el punk y siempre he querido ser músico. En lo personal, el falso documental me permitió sentirme parte del movimiento. Para mantener la veracidad trabajamos el sonido en sistema mono. Pasamos el audio por cintas de casete e hicimos los efectos sonoros de la época cortando y jalando cinta.
¿Tu formación como diseñador de qué manera te ayudó a resolver la parte visual?
La trabajé con Gabriela Garciandia, Fergan Chávez-Ferrer y Sandra Godinez. En lugar de rellenar todo nos ocupamos de pocos elementos importantes de época. Dimos prioridad a la narración y a la acción del personaje.
Uno de los temas de fondo de la película es la marginación y el permanente clasismo.
Desgraciadamente eso es algo histórico. Siempre hay quienes se sienten superiores a otros. No piensan en que al final cuando vamos al baño lo que hacemos sale y huele igual.
¿Cómo trabajar el tema sin caer en la caricatura o en el esnobismo con que se trata a lo marginal?
Francisco Granados hizo al casting con la intención de agarrar personas auténticas. Nos importaba más su pertenencia o identificación con el movimiento que su capacidad para aprenderse los diálogos. Quería que sacaran el barrio, que platicaran de lo que les interesa.
¿Cómo te ganaste la confianza de ellos?
Haciendo de todo. No dejé que la gente se aplatanara, incluso fume piedra con algunos. Creí en ellos y sin juzgarlos. Los dejaba hacer lo que quisieran siempre y cuando a la hora de estar frente a la cámara respondieran. Tampoco me interesaba hablar de su filosofía, simplemente mostrar una parte de su realidad, el resto es ficción.
En medio de esto insertas una historia de amor particular.
Yo la llamaría un Romeo y Julieta bisexual y clasista. Dentro del arrebato por la vida no nos parecía necesario diferenciar entre hombre y mujer. Entre este grupo lo único diferente es el tipo de sentimientos, no el género.
Después de hacer esta película, ¿cómo defines lo punk?
Ser punk es crear tus propias cosas, sin que te importen las reglas ni el qué dirán. Ser punk es guiarte por tu intención y pasión sin lastimar a nadie. La cresta, los conciertos o el vishnu son nada más parte de la estética.
¿Qué tan punk es el cine mexicano?
Lo considero fresa. Abusa de una fórmula para no gritar las verdades. Si hay un lado punk está en los documentales.